¿Y ahora, qué?

Seguramente ésta sea la pregunta que muchos aficionados al CAI Zaragoza (aficionados con unos conocimientos mínimos de baloncesto que les llega justo para seguir al equipo, entre los cuales yo mismo me incluyo) se hacen después de haber logrado el ascenso.

CAI Zaragoza vencía el pasado viernes 91-64 a Hospitalet (equipo ya descendido) y al fín hacía realidad un sueño que ha costado 6 años de duro trabajo pero que finalmente devuelve al baloncesto aragonés a la élite 12 años después de aquel agónico descenso frente a Estudiantes. Se dice adiós a la Liga LEB para comenzar una nueva etapa muy diferente en la ACB, que esperemos se prolongue por muchos años.

Pero, ¿qué va a pasar a partir de ahora?, ¿sirve el mismo equipo, la misma plantilla, para jugar en ACB? Desgraciadamente no. La ACB se rige por otras normas: exige tener al menos cuatro jugadores seleccionables por España en una plantilla de 11 jugadores, y cinco si la plantilla es de 12, algo que ahora mismo el CAI no cumple. La idea es quedarse con el equipo base, pero tendrán que ser numerosos los descartes (en la imagen, los tachados seguramente no seguirán, y Óscar González es duda) y las nuevas incorporaciones (ya se piensa en Sergio Sánchez, de Esstudiantes, como primer refuerzo). Quien tiene la continuidad asegurada es el técnico, Curro Segura.

Plantilla temporada 2007/2008

Fuente: http://www.basketzaragoza.net/

Pero además de por una exigente plantilla, la ACB también es sinónimo de dinero. Como explica el presidente del equipo aragonés, Reynaldo Benito, lo primero será asentarse en todos los términos. CAI Zaragoza ha venido siendo uno de los mayores presupuestos de la Liga LEB, pero no será lo mismo en ACB, que exige también unos mínimos requisitos financieros: en primer lugar, un cánon de algo más de 3 millones de euros sólo por jugar en ACB. Además hay que pagar un fondo de regulación cercano a 1,5 millones de euros para los descensos y ascensos de categoría y 150.000 euros más por el valor patrimonial de la ACB. En total, haber ascendido de categoría supone una inversión cercana a los 5 millones de euros para el equipo rojillo. Todo ello sin contar el presupuesto del club, que espera que se duplique de cara a la nueva campaña (podría estar en torno a los 7 millones de euros), algo a lo que contribuirán los numerosos patrocinadores tanto propios del club como de la ACB (San Miguel, FIAT, Carrefour, Orange y Barclays) y los derechos televisivos.

Por último, la ACB también exige un pabellón con una capacidad mínima de 5.000 espectadores, algo que el Príncipe Felipe cumple sobradamente (10.700 espectadores). De todas formas, no creo que la afición sea un impedimento porque desde el primer año, a pesar de estar en la LEB, ha sido siempre afición de ACB...

Fuente: ed. impresa del diario EQUIPO